Pavimentos y revestimientos de hormigón impreso en Huesca
El auge de las reformas post-confinamiento en nuestro país se reparte casi a partes iguales entre las residencias habituales y las segundas residencias. En su vivienda habitual, muchos españoles están optando por acondicionar los patios, terrazas y balcones (que en muchos casos, hasta ahora servían de poco más que trasteros) para poder disfrutar del aire libre sin salir a la calle.
En cuanto a las segundas residencias, su ocupación ha crecido en consonancia con la mayor penetración del teletrabajo. Al no tener que desplazarse diariamente a su puesto de trabajo, numerosos profesionales han optado por hacer estancias más largas en las segundas residencias, donde cuentan con más espacio y menores restricciones que en las ciudades.
También es habitual desplazarse a las mismas los fines de semana como vía de escape a las restricciones existentes en cada vez más grandes ciudades.
Entre las mejoras que los españoles están realizando estos meses en sus primeras y segundas residencias, destaca la instalación de pavimentos y revestimientos de hormigón impreso, también conocido popularmente como cemento impreso. Este material, que tiene una colocación fácil y rápida, permite recubrir cualquier superficie imitando todo tipo de acabados: desde la baldosa o los adoquines a la piedra natural, la madera e incluso el mármol.
El precio por m 2 del hormigón impreso es más competitivo que cualquiera de estos materiales y también ofrece gran resistencia mecánica y a la abrasión, requiriendo un mínimo mantenimiento más allá de la limpieza (que se puede realizar con agua a presión o frotando con un detergente neutro).
Esto resulta muy útil en las segundas residencias, que pueden permanecer cerradas durante meses de una temporada a otra. Además, el hormigón pulido es un material totalmente impermeable, que resiste la lluvia, el viento, el frío y las heladas manteniendo su condición hermética.
La versatilidad y resistencia del hormigón pulido hacen que se pueda instalar en cualquier espacio de exterior. El uso más habitual son los pavimentos de patios, terrazas, jardines y otras zonas de exterior como el contorno de las piscinas. Para ello, se puede tratar la superficie con una textura que evite los resbalones. El hormigón impreso también se utiliza a menudo en los garajes y para pavimentar los caminos de acceso a parkings privados o comunitarios.